Del amor, la amistad y otros lazos...
Un día igual de comercial como otros tantos de festividades, mas no por ello quedo exento de contagiarme y compartir un bello ramo de deseos, aplicables en cualquier momento y para todos...
Te deseo primero que
ames, y que amando, también seas amado. Y que, de no ser así, seas breve en
olvidar y que después de olvidar, no guardes rencores. Deseo, pues, que no sea
así, pero que si es, sepas ser sin desesperar.
Te deseo también que
tengas amigos, y que, incluso malos e inconsecuentes, sean valientes y fieles,
y que por lo menos haya uno en quien puedas confiar sin dudar.
Y porque la vida es
así, te deseo también que tengas enemigos. Ni muchos ni pocos, en la medida
exacta, para que, algunas veces, te cuestiones tus propias certezas. Y que
entre ellos, haya por lo menos uno que sea justo, para que no te sientas
demasiado seguro.
Te deseo además que
seas útil, mas no insustituible. Y que en los momentos malos, cuando no quede
más nada, esa utilidad sea suficiente para mantenerte en pie.
Igualmente, te deseo
que seas tolerante; no con los que se equivocan poco, porque eso es fácil, sino
con los que se equivocan mucho e irremediablemente, y que haciendo buen uso de
esa tolerancia, sirvas de ejemplo a otros.
Te deseo que siendo
joven no madures demasiado de prisa, y que ya maduro, no insistas en
rejuvenecer, y que siendo viejo no te dediques al desespero. Porque cada edad
tiene su placer y su dolor y es necesario dejar que influyan entre nosotros.
Te deseo de paso que
seas triste. No todo el año, sino apenas un día. Pero que en ese día descubras
que la risa diaria es buena, que la risa habitual es sosa y la risa constante
es malsana.
Te deseo que
descubras, con urgencia máxima, por encima y a pesar de todo, que existen, y
que te rodean, seres oprimidos, tratados con injusticia y personas infelices.
Te deseo que acaricies un gato, alimentes a un pájaro y oigas a un jilguero
erguir triunfante su canto matinal, porque de esta manera, te sentirás bien por
nada.
Deseo también que
plantes una semilla, por más minúscula que sea, y la acompañes en su
crecimiento, para que descubras de cuantas vidas está hecho un árbol.
Te deseo, además, que
tengas dinero, porque es necesario ser práctico. Y que por lo menos una vez por
año pongas algo de ese dinero frente a ti y digas: "Esto es mío",
solo para que quede claro quién es el dueño de quién.
Te deseo también que
ninguno de tus afectos muera, pero que si muere alguno, puedas llorar sin lamentarte
y sufrir sin sentirte culpable.
Te deseo por fin que
tengas una buena mujer o un buen hombre, mañana y al día siguiente, y que
cuando estén exhaustos y sonrientes, hablen sobre amor para recomenzar.
Si
todas estas cosas llegaran a pasar, no tengo mas nada que desearte."
Con amor, 4s
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