miércoles, 7 de abril de 2010

SIN LÍMITES



No establezcas límites. Rompe con el paradigma del límite… principalmente en tu imaginación…

Plantéate metas elevadas. Porque cuanto más fuerte sea tu motivación, más energía tendrás para perseguir tus objetivos.

Sueña sueños grandes y hermosos, sin condicionamientos. Los sueños más fuertes seguirán tironeando de ti hacia ellos.

Vive cada día con un propósito concreto frente a ti. Si tienes una motivación fuerte y clara, encontrarás la manera de concretarla.

Mantener vigente un esfuerzo bien enfocado podría agotarte, pero luego de un breve descanso estarás listo para seguir avanzando. De todas formas, el cansancio que produce vivir sin un propósito determinado sólo puede ser minimizado enfocando tus esfuerzos en pos de un objetivo que tenga sentido.

Hay una visión poderosa, plena de sentido y apremiante, con la cual puedes establecer contacto directo. Opta por abrirte a aquellas cosas que tienen el más profundo sentido para ti, y llenarás tus instantes de un sentido claro y energizante.

Una fuerte razón de ser te dará energía y te mantendrá en marcha a pesar de los desafíos, distracciones y tentaciones que puedan aparecer. Representará una verdadera diferencia en todo lo que hagas.

Vivir o pensar al revés, limitado, es tener una conciencia pobre, sueños pobres, alma pobre y por ende… una vida pobre…

Eres del tamaño de tus sueños… sin duda.

Con amor… 4s

A GLORIA




A GLORIA

No intentes convencerme de torpeza
con los delirios de tu mente loca:
mi razón es al par luz y firmeza,
firmeza y luz como el cristal de roca.

Semejante al nocturno peregrino,
mi esperanza inmortal no mira el suelo;
no viendo más que sombra en el camino,
sólo contempla el esplendor del cielo.

Vanas son las imágenes que entraña
tu espíritu infantil, santuario oscuro.
Tu numen, como el oro en la montaña,
es virginal y, por lo mismo, impuro.


A través de este vórtice que crispa,
y ávido de brillar, vuelo o me arrastro,
oruga enamorada de una chispa
o águila seducida por un astro.

Inútil es que con tenaz murmullo
exageres el lance en que me enredo:
yo soy altivo, y el que alienta orgullo
lleva un broquel impenetrable al miedo.


Fiando en el instinto que me empuja,
desprecio los peligros que señalas.
«El ave canta aunque la rama cruja,
como que sabe lo que son sus alas».

Erguido bajo el golpe en la porfía,
me siento superior a la victoria.
Tengo fe en mí; la adversidad podría,
quitarme el triunfo, pero no la gloria.


¡Deja que me persigan los abyectos!
¡Quiero atraer la envidia aunque me abrume!
La flor en que se posan los insectos
es rica de matiz y de perfume.

El mal es el teatro en cuyo foro
la virtud, esa trágica, descuella;
es la sibila de palabra de oro,
la sombra que hace resaltar la estrella.


¡Alumbrar es arder! ¡Estro encendido
será el fuego voraz que me consuma!
La perla brota del molusco herido
y Venus nace de la amarga espuma.

Los claros timbres de que estoy ufano
han de salir de la calumnia ilesos.
Hay plumajes que cruzan el pantano
y no se manchan… ¡Mi plumaje es de esos!


¡Fuerza es que sufra mi pasión! La palma
crece en la orilla que el oleaje azota.
El mérito es el náufrago del alma:
vivo, se hunde; pero muerto, ¡flota!

¡Depón el ceño y que tu voz me arrulle!
¡Consuela el corazón del que te ama!
Dios dijo al agua del torrente: ¡bulle!;
y al lirio de la margen: ¡embalsama!


¡Confórmate, mujer! Hemos venido
a este valle de lágrimas que abate,
tú, como la paloma, para el nido,
y yo, como el león, para el combate.

Salvador Diaz Miron
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Con amor... 4s