martes, 4 de mayo de 2010

ESCUCHA


Cuántas veces han hablado de ti? Qué has hecho al respecto? Qué actitud tomas? Crees que por no escuchar a quienes te critican dejaran de hacerlo?

Enojarte con aquellos que te critican es fácil. Es mejor escuchar y considerar lo que tienen para decir.

Si las críticas son completamente equivocadas y absolutamente infundadas, entonces simplemente puedes ignorarlas. Sin embargo, considerar objetivamente lo que tus críticos están pensando suele ser valioso y productivo.

La peor respuesta ante una crítica es enojarse, sentirse insultado y ponerse a la defensiva. Porque haciéndolo, en realidad terminas dando más fuerza y credibilidad a la crítica.

En cambio, escucha atentamente y con agradecimiento aquello que tus críticos tengan para decir. Aunque la crítica sea decididamente negativa, en algún punto habrá aspectos positivos con los que podrás enriquecerte.

No permitas que tu ego te impida aprender algo valioso. Ser receptivo a las críticas fortalece tu confianza y puede mejorar tu nivel de competencia.

Decide escuchar y comprender lo que los demás piensan de ti.

En lugar de enojarte y ponerte a la defensiva por las palabras de los demás, decide escucharlas, considerarlas y crecer a partir de ellas.

Todo esto puede ser positivo para tu vida, pero antes de esto y sobre todo… nunca, pero nunca… JUZGUES a nadie ni a nada. Es la regla de oro de la convivencia humana.

Con amor, 4s

SERENIDAD


Transita con calma entre las preocupaciones y la prisa y no rechaces a la paz del silencio.

Muéstrate sereno y tranquilo a su verdad y escucha a los demás, aún a los pobres de espíritu; ellos también tienen que decir.

Evita a las personas ruidosas y a los agresivos; ellos hieren el espíritu.

Comparándote con los demás, evita la vanidad y el dolor porque siempre habrá gente abajo y por encima de ti.

Goza tus victorias como tus proyectos. No desprecies tu carrera, por más humilde que sea; ella será un bien en las incertidumbres del mañana.

Se fiel a ti mismo. Por encima de todo

Nunca finjas afecto.

Acepta de buen grado las ponderaciones de la edad; no te encariñes a los bienes de la juventud.

Ejercita la fortaleza de ánimo para garantizarte en los desastres súbitos.

Adopta una disciplina saludable, pero no te agotes por ella.

Tú eres hijo del universo como los árboles y las estrellas y tienes el derecho de estar aquí.

Estate pues, en paz con Dios, con tu Dios; y sean las que fueren tus luchas y tus ideales, vive en paz con tu alma, aún al fragor de las batallas.

Aún ante las imposiciones y las decepciones, el mundo es bello.

Ten cuidado. Busca ser feliz.

Que este mensaje de serenidad penetre en tu corazón y que tu corazón sea tierra fértil para producir frutos buenos que permanezcan por todos los días de tu vida.
Con amor... 4s

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