jueves, 6 de mayo de 2010

REGALO

Qué cosas te depara el destino? El futuro? La suerte?

Cuantas preocupaciones por lo que podría pasar; incluso muchas conjeturas de probabilidades sin que en verdad suceda ninguna de ellas.

Así que hazte un regalo, hoy. Plantéate un desafío.

Desafíate a conseguir, antes de que el día haya concluido, algo nuevo, algo que tú mismo elijas. Podría ser algo que crearías, o que aprenderías, o que mejorarías, o un problema que resolverás.

Haz que sea algo que esté lo suficientemente lejos como para que tengas que exigirte. Haz que sea algo que esté lo suficientemente cerca de tu corazón como para que te incentive y estimule.

Decide hacer algo con este día, algo que lo distinga de todos los demás. Opta por hacer de éste, uno de esos días que recordarás con satisfacción y gratitud, por haberte permitido conseguir algo de verdadero valor.

Luego ocúpate y haz que suceda. Recorre el camino a través del desafío que tan cuidadosamente te has procurado.

Cuando alcances la meta, detente por un momento y siente intensamente cuán pleno, proactivo, efectivo y determinado se siente. Luego sonríe para ti con la satisfacción de saber que puedes volver a hacerlo mañana, y el día siguiente, y el siguiente también.

Date el regalo cada día de hacerlo distinto y único. En vez de preocuparte por el futuro improbable... vuelve realidad tus sueños.

Con amor, 4s

LA MURALLA


Una vez un hombre estaba siendo perseguido por varios malhechores que querían matarlo. El hombre, corriendo, volcó en un conjunto de cuevas, entrando en la primera; sentía miedo y en la desesperación elevó una plegaria a Dios de la siguiente manera:

- "Dios Todo Poderoso haced con que dos ángeles vengan del cielo y tapen la entrada de la cueva para que los delincuentes no me maten"

En ese momento escuchó que los hombres se aproximaban a la cueva donde él se escondía y vio que en la entrada de la misma apareció una minúscula araña. La araña comenzó a tejer en la entrada de la cueva.

El hombre se puso a hacer otra oración cada vez más angustiado:

- "Señor, yo os pedí ángeles, no una araña. Señor, por favor, con tu mano poderosa coloca un muro fuerte en la entrada de esta cueva, para que los hombres no puedan entrar y matarme".

Abrió los ojos esperando ver un muro tapando la entrada y vio sólo la araña tejiendo la tela. Estaban los malhechores entrando en la cueva, en la cual él se encontraba esperando sólo la muerte, cuando pasaron enfrente de la misma el hombre escuchó:-

-"Vamos, entremos en esta cueva!"

- No, no estás viendo que tiene hasta telaraña!? Nada entró por aquí.

Continuemos buscando en las próximas cuevas"

La fe es creer en lo que no se ve, es perseverar delante de lo imposible.

Con amor, 4s