lunes, 12 de diciembre de 2011

La Masa Crítica – La Teoría del Centésimo Mono


En ciertas áreas se habla de “Masa Crítica” para designar actividades colectivas que, una vez que rebasan un nivel mínimo de participación, se vuelven sostenidas, recurrentes y permanentes.

El concepto se basa en un experimento con una colonia de monos en la isla japonesa de Koshima. El botánico además de zoólogo, biólogo, antropólogo, etólogo y autor de muchos libro de la nueva era “Lyan Watson”, quiso cambiarles la alimentación y que comiesen papas, pero al verlas llenas de tierra y barro, los animales las rechazaron. Pasado un tiempo, a una mona joven se le ocurrió llevar las papas al río y lavarlas antes de comerlas. Otra versión dice que en realidad a un mono se le cayó al mar la papa, al tomarla resulta que esta ya no te nía arenas y a cambio, adquiriró un cierto sabor agradable derivado de la sal del mar. A partir de entonces las comió sin problemas y enseñó a los demás monos jóvenes a lavarlas como si de un juego se tratara. Al principio, los monos mayores no aprendieron a hacerlo, excepto aquellos que tenían hijos jóvenes, que enseñaban el truco a sus padres.


En su libro llamado “Lifetide: The Niology of Consciousness”, relata este sorprendente suceso y cuenta que con el correr del tiempo más monos fueron aprendiendo hasta que un buen día, súbitamente, toda la colonia estaba lavando las patatas. Pero lo más sorprendente de todo fue que a partir de ese día, los monos de otras islas, sin contacto con las anteriormente mencionadas, también habían aprendido a lavar las papas, incluso los monos de Takasakiyama, en pleno territorio de Japón.


Como si el nuevo conocimiento se hubiese expandido por el aire, alcanzando a toda la especie… Watson consideró que cuando el mono “número X” había aprendido, se completó la “Masa Crítica”, es decir, el número de monos necesario para que toda la especie adquiera de pronto el nuevo conocimiento o la nueva conducta. Esto le hizo suponer que en la evolución de las especies hay mecanismos diferentes de aquellos que intervienen en la selección natural, lo cual tiende a mostrar que esos mecanismos también inciden sobre la manera como ideas y costumbres se propagan por toda la especie humana. A esto se le llamó la: “Teoría del Centésimo Mono”.

Watson dice en su libro que si un número de personas suficientemente grande como para alcanzar la “Masa Crítica” adquieren un nuevo conocimiento o forma de ver las cosas, esto se propagará por toda la humanidad.

De esto se desprende que una sola persona podría completar la Masa Crítica, y desencadenar un nuevo conocimiento para toda la humanidad. Pero se requiere el número X.

¿SERÁ ALGUNO DE NOSOTROS EL CENTÉSIMO “MONO”?

Si un número suficiente de almas aprenden o comprenden que el Amor es lo más importante de la vida… se debe suponer que podría cambiar súbitamente la humanidad…

De lo anterior se ha desprendido cantidad de conclusiones. Hay ciertos estudios que vienen confirmar la teoría, recuerdo en este caso el fenómeno de las ventanas rotas (Que ya en una ocasión abordé).

Por otro lado, considero que lo importante en la observación es que aquí no interviene el deseo de cambiar, es decir, el cambio se origina por una conducta de repetición, mas no hay nadie ni nada que obligue al cambio. No hay autoridad sancionadora, no hay castigo. Posiblemente existe un premio al cambio (En el ejemplo, el sabor y la sensación de la arena y el contraste con el sabor salado, etc.).

Incluso en algunas teorías sociológicas y hasta de carácter religioso, se utiliza este ejemplo a efecto de buscar el cambio en uno mismo con la creencia que existe un número mínimo capaz de realizar el cambio a la humanidad entera.

Sin embargo, y no siendo ciegos, también puede resultar que este fenómeno funcione en la misma forma en lo negativo, sin querer abundar en ejemplos al respecto.

Y si, efectivamente así debe ser, puesto que al menos desde mi punto de vista, en el universo prevale el equilibrio… siempre.

Con amor, 4s