martes, 10 de agosto de 2010

Flexibilidad




Planificar cuidadosamente es importante, e igual de importante es ser flexible. El éxito y la realización no suelen presentarse de manera exacta como habías planificado.

Aunque resulta vital contar con un método realista, accionable, que te permita llegar desde un punto al otro, recuerda que el plan en sí mismo no es la meta. Para alcanzar la meta, podrías tener que renunciar al plan original o, como mínimo, a ciertas partes del mismo.

Sólo porque algo marche mal a lo largo del camino y el plan no funcione, no quiere decir que la meta sea inalcanzable. Simplemente te señala que ha llegado el momento de ser flexible.

Flexibilidad significa estar comprometido con tu plan sin llegar a depender completamente de él. Flexibilidad significa estar abierto a todas las otras numerosas posibilidades que tienes a tu alcance.

Para cualquier cosa que desees conseguir, hay muchas maneras de llegar allí. Cuando un camino se bloquea, no des la vuelta.

En cambio, busca algún desvío factible y asegúrate de seguir avanzando.

Rápidamente podrías llegar a descubrir que la marcha es aún mejor de lo que jamás podrías haber imaginado.

Muchas veces es precisamente la inflexibilidad la que no nos permite llegar a nuestro destino. Posturas absolutas, decisiones definitivas, expresiones como yo nunca cambio, antes muerto que esto, etc., son la necedad del ser humano que, además, generan retraso.

Se flexible… siempre.

Con amor, 4s.

EL TALÓN DE AQUILES


LA ILÍADA: Poema épico sobre la guerra de TROYA atribuido a HOMERO. La obra se divide en 24 libros y sus acciones se desarrollan durante la contienda y relata las hazañas del héroe AQUILES, el más grande guerrero griego. En términos generales, la historia comienza sorpresivamente con las disputas entre Aquiles y el rey Agamenón. Como consecuencia de aquellas desavenencias, Aquiles y su amigo Patroclo desertan de las fuerzas griegas. Sin Aquiles, los griegos sufren muchas pérdidas. Incapaz de seguir manteniéndose luego de que los troyanos incendian la flota griega, Patroclo pide permiso a Aquiles para reunirse con sus antiguas fuerzas. Aquiles acepta y le presta su escudo. Patroclo es muerto por el héroe troyano Héctor. Aquiles, en revancha, mata a Héctor. Después que Patroclo es enterrado, el padre de Héctor, el rey Príamo, le pide a Aquiles el cuerpo de su hijo para darle apropiada sepultura. Aquiles acepta. La obra termina con los funerales de Héctor.

EL ORIGEN

Aquiles fue el más elogiado entre los héroes griegos que pelearon en la guerra de Troya. Hijo de Tetis y Peleo, poderoso rey de los Mirmidones, jefe de grandes ejércitos. Su madre la nereida Tetis, diosa marina, que intercedió ante Zeus para que le permitiera hacer invulnerable a su hijo.

Aquiles fue alimentado con médula de leones y tigres. A poco de nacer su madre le sumergió en la laguna Estigia cuyas aguas volvían al cuerpo invencible. Su madre lo sostuvo de un talón mientras lo sumergía, ese talón quedo seco. Por lo que Aquiles era todo invulnerable salvo el talón de uno de sus pies (jamás se supo de ser izquierdo ó derecho). En su cuerpo ni flechas, ni piedras, ni fuego, podían ocasionar daño.

Desde pequeño se le enseñó el arte de las armas y, por eso de mayor fue elegido para participar en la guerra de Troya.

Aquiles era un joven ardoroso y fuerte, de carácter esencialmente belicoso. Frente a Ulises, que es su opuesto en carácter debido a que simboliza la astucia y la inteligencia pragmática, Aquiles personifica el ímpetu y la audacia espontánea.

Otra segunda leyenda relata la causa de esa mortalidad y cuenta que Tetis, a escondidas, exponía a su hijo al fuego y luego le curaba las heridas con ambrosía, cuando fue sorprendida por Peleo y en este descuido, Aquiles quemado de su talón no recibe la cura en dicha parte.

EL DESTINO

Cuando Aquiles era un muchacho, el adivino Calcas profetizó que la ciudad de Troya nunca podría ser conquistada sin su ayuda. Su madre, Tetis, sabía que si su hijo iba a Troya, moriría, así que envió a su hijo a la corte de Licomedes, donde permaneció escondido por algún tiempo, disfrazado de mujer. Durante este tiempo se enamoró de la hija de Licomedes, y tuvo un hijo, Neoptolemo. Sin embargo, fue descubierto por el astuto Ulises, que se presentó como mercader y exhibió entre las mercancías, una armadura. La única "doncella" que se entusiasmó con las armas fue Aquiles, que decidió partir voluntariamente con Ulises hacia Troya, como jefe de los Mirmidones, y acompañado de su amigo Patroclo, que era el mejor amigo de Aquiles, desde la infancia. Se educaron juntos y viven todas sus aventuras en común.

La amistad es un elemento muy importante en este mito ya que para los antiguos griegos, la amistad entre hombres era una virtud, encarada como un verdadero ideal.

En la guerra se distinguió como un luchar infatigable. Conquistó 23 ciudades en territorio troyano, incluída Lyrnessos, donde obtuvo a Briseida como trofeo de guerra.

Más tarde, Agamenón, el jefe de todos los griegos, fue forzado por un oráculo a desprenderse de su esclava Criseida, y tomó Briseida de Aquiles, que se retiró a su tienda enfurecido, jurando no luchar más.

Como símbolo que era de la impetuosidad, acometividad e irreflexibilidad de la juventud, Aquiles se irrita fácilmente; y cuando se siente humillado por Agamenón, abandona la lucha, aun sabiendo que su ausencia del campo de batalla acarrearía grandes perdidas a los griegos.

Por supuesto, a partir de ese momento los troyanos tomaron la ofensiva, y los griegos comenzaron a retroceder hacia el mar. Aquiles rehusó salir al combate, permitió a su amigo Patroclo salir con sus propias armas. Al día siguiente, el troyano Héctor, mató a Patroclo creyendo que era Aquiles, y le despojó de su armadura.

Cuando Aquiles conoce de esta noticia rompe en terribles sollozos, coge puñados de tierra y los arroja sobre su cabeza, se tiende en el suelo y se arranca los cabellos. Uno de sus hombres le sujeta las manos, temeroso de que se degüelle con su espada.

Su madre, la diosa Tetis lo consuela, pero Aquiles responde que ya no quiere vivir ni inquietarse por nada humano, mientras no mate a Héctor, en venganza por la muerte de Patroclo. Enfierecido por la muerte de su “amigo”, sale al campo de combate para vengar la muerte de Patroclo, pero antes obtuvo de su madre una nueva armadura forjada en la fragua de Vulcano.

Sale al campo de combate, donde mata a Héctor, arrastrando su cuerpo atado a su carro en torno a los muros de Troya, sin permitir que tuviera los ritos funerales. Sólo cuando Príamo, el padre de Héctor y rey de Troya, vino en secreto a entrevistarse con Aquiles, éste le devolvió el cuerpo del héroe, en uno de los pasajes más emotivos de la Ilíada.

Continuó luchando, derrotando una y otra vez a los troyanos y a sus aliados, incluyendo a la guerrera amazona Pentesilea.

Finalmente, Paris, hijo de Príamo, sale a combatir a Aquiles para vengar la muerte de su hermano Héctor y con la ayuda del dios Apolo (Dirigió la flecha a su blanco), hirió a Aquiles en su único punto vulnerable, el talón. Aquiles murió de la herida.

Después de su muerte hubo una disputa por su armadura, y se decidió otorgarla al más bravo de los griegos. Ulises y Ayax compitieron en la final, cada uno con un discurso explicando por qué se lo merecían más que nadie. Ulises ganó, y Ayax perdió la razón y se suicidó.

A Aquiles también se le atribuyen muchos episodios románticos, entre ellos con Pentesilea, la amazona a la que mató en el campo de batalla, y también se ha dicho que se casó con Medea

Dos cosas para concluir…. La primera… ¿y porqué fue la guerra de Troya?

Según Homero, se trataría de una expedición de castigo por parte de los aqueos, cuyo casus belli sería el rapto (o fuga) de Helena de Esparta por el príncipe Paris de Troya.

Y segundo, se debe dejar claro, que en la epopeya de la Ilíada no se llega a relatar la muerte de Aquiles.


Con amor, 4s