miércoles, 22 de febrero de 2012




Reflexión

Durante una conferencia sobre las grandes diferencias entre generaciones, un presumido estudiante se tomó la molestia de explicarle al orador, un señor maduro ya entrado en años, por qué le es imposible a la vieja generación comprender a su generación:

"Usted creció en un mundo diferente, realmente casi primitivo", dijo en voz lo suficientemente alta para que lo escucharan en todo el auditorio.

"Los jóvenes de hoy crecimos con televisión, internet, teléfonos móviles, aviones jet, viajes al espacio. Nuestras sondas espaciales han visitado Marte. Tenemos naves con energía nuclear y coches eléctricos y de hidrógeno. Computadoras con procesadores de velocidad de la luz... y más".

Luego de un breve silencio el señor mayor respondió:

"Tienes razón, hijo mío; nosotros no tuvimos esas cosas cuando éramos jóvenes... ¡Así que las inventamos!

Ahora, dime insolente, ¿qué estás haciendo TÚ para la próxima generación?"

¡El aplauso fue atronador!

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Sin deseo de entrar en controversia, en este mundo tan acelerado, es tiempo de sentarnos de vez en cuando a reflexionar sobre el pasado, el presente y el futuro, haciendo cada quien su parte, seguro avanzaremos en una mejor dirección, donde no exista el hambre, el odio, la miseria, la ignorancia. Compartamos lo mejor de nosotros mismos, no sólo con los que están a nuestro alrededor, sino con quien mas lo necesita.

Existen muchas maneras de aportar nuestro grano de arena, ya sea prestando un servicio social, participando en brigadas de ayuda, sesiones de alfabetización, pláticas de uso racional del agua, y un sinfín de otras actividades.

Con amor, 4s