martes, 24 de febrero de 2009

CICLOS DE LA VIDA (parte 2 de 6)


CONSIDERACIONES PREVIAS

Cada ciclo tiene sus propias particularidades, en donde la ubicaremos por un contexto propio que incluye 6 elementos y que son los siguientes:

1. Momento
2. Esencia
3. Implicación
4. Miedo
5. Aroma y
6. Visión

Es decir, tanto la Primavera (P), el Verano (V), el Otoño (O) y el Invierno (I), todos tienen cada uno de esos elementos, pero además, resulta que cada ciclo tiene al mismo tiempo su propia primavera, su propio verano, su respectivo otoño y su final invierno, y al cerrar el ciclo completo viene una crisis para poder pasar a la siguiente estación. Una persona que rebasa los límites temporales tiene que vivir también las consecuencias de sus actos, se debe asimilar la experiencia, pero recuerda, el tiempo todo te lo cobra, desveladas, drogas, alcohol, etc.

Todo se puede vivir, TODO, ya que todo es una experiencia y depende del número de experiencias aprendidas, las que nos van macando a lo largo y resto de nuestra vida, sin embargo, hay auto conceptos que no cambiamos, no corregimos, es decir, lo de ayer ya no me satisface o lo vivo igual, pero se queda en el disco rayado que corresponde a cierta etapa de tu vida y que lo puedes cambiar con un poco de creatividad, o seguirlo padeciendo, ya no viviendo, ya no disfrutándolo. Muchas veces el miedo hace que no se vivan nuevas experiencias, ya sea miedo a lo desconocido, a la incertidumbre o por lo que sea, pero el miedo nos limita muchas veces a vivir nuevas experiencias.

Otro error es pensar que las experiencias van quedando atrás, en realidad, las experiencias van quedando dentro, y por tanto, nunca es tarde para arrepentirse, por lo menos para la conciencia, pero para el cuerpo, no siempre se tiene la oportunidad, Óscar Wilde decía: “Arrepentirse es una forma de reconciliarse con el pasado”.

Lo que sí es seguro es que cualquier cosa que hagas te marcará en tu vida futura, indudablemente.

Para finalizar esta parte, cada ciclo que veremos a continuación se compone por un periodo de 21 años cada uno, pero no necesariamente es tu edad, recuerda, es la forma de vivir las experiencias y asimilar las mismas lo que marca cada ciclo, es la evolución que tengas, sin embargo, en términos de años es un buen referente y coincide con cada estación.

Finalmente, conforme avancemos se irán comentando a que se refiere cada punto que hemos marcado como 1. Momento, 2. Esencia, 3. Implicación, 4. Miedo, 5. Aroma y 6. Visión

EMPIEZA


EMPIEZA

No permitas que todas las cosas que tienes que hacer se interpongan en el camino de todas las cosas que puedes concretar. En lugar de preocuparte porque no todas podrán ser completadas, empieza a trabajar en ellas con entusiasmo.

Hazte un gran favor y ponte en marcha. Incluso si no llegases a completar todo hoy, ciertamente podrás lograr un progreso sustancial.

Cuando te das el permiso de quedarte paralizado por la sensación de estar superado, ¿qué sucede? Terminas más abrumado aún.

La manera de romper el círculo es dar un paso al frente y hacer algo. Aunque la tarea sea enorme estarás mucho mejor moviéndote que quedándote quieto.

No consideres a cada tarea como una carga, sino como una oportunidad de marcar una diferencia. No veas a cada tarea con resentimiento y resignación, sino con entusiasmo y expectativa por dejarla eficazmente atrás.

En tan sólo un instante puedes pasar de sentirte abrumado a estar al mando. Ocúpate, y haz que la vida vaya en tu misma dirección.
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Si no comienzas ahora, la bruma puede parecer mayor. No pierdas la oportunidad de satisfacción.

Con amor, 4s

JUICIO


JUICIO

Obviamente, hay veces en que basarse en el sentido común resulta fundamental. Pero también, muchas veces, el sentido común (el menos común de los sentidos) se interpone innecesariamente en tu camino.

Deja de lado la necesidad de juzgar cada pequeña cosa, y elévate a otro nivel de conciencia. Cuando tu energía no es consumida por estar todo el tiempo juzgando, la liberas para ser más efectivo.

En lugar de fijarte si el momento es bueno o malo, propicio o perjudicial, acepta que simplemente es. En lugar de pelear por o en contra de algo que de todas maneras no importa, simplemente vívelo.

Dejar de lado la necesidad de juzgar no reduce ni afecta tu capacidad de tener tu opinión allí donde realmente vale la pena tenerla. De hecho, si el juicio que haces proviene de una elección intencionada y no de una reacción automática, empieza a tener más sentido.

Dedica menos tiempo y energía a juzgar y a categorizar cada pequeña cosa que se cruza en tu camino.

Trascendiendo la necesidad de juzgar, disfruta de la sensación de estar tanto más consciente y más vivo.

Haz de tu propio juicio algo que usas sabiamente en lugar de algo que necesitas por costumbre. Y libérate para vivir a pleno cada instante.
Gabriel Sandler
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Simplemente deja de juzgar, de chismear, de meterte en la vida de otros, de invadir privacidades.

No juzgues, no porque esperes que entonces no te juzgaran. No juzgues como un acto consciente.

Con amor, 4s