jueves, 15 de abril de 2010

POLISÍNDETON


Significado de (Del latín: polysindĕton, y este del gr. πολυσύνδετον).

Figura retórica que consiste en emplear repetidamente las conjunciones para dar fuerza o energía a la expresión de los conceptos.

Ejemplo: En preparación para la fiesta vamos a comprar bocadillos y queso y refrescos y cerveza y vino. En ambos casos se trata de transgredir el uso "normal" de las conjunciones y su uso es tan frecuente en poesía como en prosa.

El polisíndeton se asocia en el habla común con pobreza de expresión y con este significado es también frecuente en literatura, especialmente en la narrativa; Cervantes lo usa en ocasiones con esta implicación en su obra El Quijote.


El polisíndeton es una figura retórica que puede aportar riqueza, sonoridad y profundidad a un texto. Los siguientes versos del poema "Lo fatal" de Rubén Darío representan un excelente ejemplo de la riqueza que aporta el polisíndeton cuando se usa con maestría:

Ser, y no saber nada, y ser sin rumbo cierto,
y el temor de haber sido y un futuro terror…
Y el espanto seguro de estar mañana muerto,
y sufrir por la vida y por la sombra y por
lo que no conocemos y apenas sospechamos,
y la carne que tienta con sus frescos racimos,
y la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos,
¡y no saber adónde vamos,
ni de dónde venimos!...
(Rubén Darío, "Lo fatal")

Los ejemplos de polisíndeton que se presentan a continuación muestran múltiples facetas de su uso en literatura:

[...] tú echas mano de tu corazón, y vas y lo arrojas a los pies de la primera que pasa, y no quieres que lo pise y lo lastime, y le entregas ese depósito sin conocerla.
(Mariano José de Larra, "La Noche Buena de 1836")

[...] y crea usted, que a pesar del digital y baños y todos los remedios, la bala no perdona.
(Emilia Pardo Bazán, "El revólver")

[...] y padece, de la fatiga de acomodación entre los elementos discordantes y hostiles que heredó de un colonizador despótico y avieso, y las ideas y formas importadas [...] Nos quedó el oidor, y el general, y el letrado, y el prebendado.
(José Martí, "Nuestra América")

Y el que vea raciocinios y lógica, y método y exégesis, más que vida, [...]
(Miguel de Unamuno, "Mi religión")

–¡Hola, la hija de la Simona –me dijo en cuanto me vio–, y hecha ya toda una moza, y sabiendo francés, y bordar y tocar el piano y qué sé yo qué más! [...]Y fue mi hermano mismo quien recogió la hostia y se la llevó a la boca. Y el pueblo al ver llorar a Don Manuel, lloró [...] Me levanté sin fuerzas y como sonámbula. Y todo en torno me pareció un sueño. Y pensé: “Habré de rezar también por el lago y por la montaña”. Y luego: “¿Es que estaré endemoniada?”. Y en casa ya [...].
(Miguel de Unamuno, "San Manuel Bueno, Mártir")

Yo quisiera pensar para mí y gozar con mis alegrías, y llorar con mis dolores, adormecido en los brazos de la pereza, y no tener necesidad de divertir a nadie con la relación de mis pensamientos y mis sensaciones más secretas y escondidas.
(Gustavo Adolfo Bécquer, "La pereza")

Recordemos que el polisíndeton consiste en repetir la misma conjunción en una frase para darle mayor fuerza a la expresión, especialmente si lo que se une son sinónimos totales o parciales, transformándose así –algunas veces- en una especie de pleonasmo:

Cuanto más alto llegaba
de este viaje tan subido,
tanto más bajo y rendido
y abatido me hallaba… San Juan de la Cruz.

En el siguiente ejemplo se refuerza el efecto del polisíndeton con unas aliteraciones muy expresivas:

Y el santo de Israel abrió su mano,
y los dejó y cayó en despeñadero
el carro y el caballo y caballero… F. de Herrera.

Otro caso es:

Soy un fue y un será y un es cansado.
En el hoy y mañana y ayer junto
pañales y mortaja y he quedado
presentes sucesiones de difunto… Francisco de Quevedo.

En este otro ejemplo, se potencia con expresivas aliteraciones secundarias y un consciente solecismo o ruptura gramatical su desesperación:

Quiero minar la tierra hasta encontrarte
y besarte la noble calavera
y desamordazarte y regresarte… Miguel Hernández

Otros mas:


La justicia y la clemencia y la valentía y la honestidad y templanza son virtudes que el pueblo alaba pocas veces universalmente; porque la venganza y la invidia y las malas costumbres de los más de los populares desean al príncipe para otros cruel [y] para sus introducciones deshonesto y para las atenciones de su maña cobarde y para la licencia de sus delitos injusto. Francisco de Quevedo, Vida de Marco Bruto.

Todo aquello y mucho más le fue dado al hombre; pero mientras que todas aquellas cosas le fueron dadas, no pudo tanto que a su pecado no siguiera el castigo, y a su delito la pena, y a su primera transgresión la muerte, y la condenación a su endurecimiento, y a su libertad la justicia, y a su arrepentimiento la misericordia, y a los escándalos la reparación, y a las rebeldías las catástrofes. Donoso Cortés, Ensayo sobre el catolicismo, el liberalismo y el socialismo.

Dicho esto, salió de estampía. Todas le miraban por la escalera abajo, y por el patio adelante, y por el portal afuera, haciendo unos gestos tales que parecía el mismo demonio persignándose… B. Pérez Galdós, Torquemada en la hoguera.

En aquella época, como en todas, los descontentos y los cesantes y los atrevidos y los pretendientes y los envidiosos, que son siempre el mayor número, no podían tolerar que determinada pandilla gobernase siempre el país y las Cortes. B. Pérez Galdós, El Grande Oriente.

O tarde, o pronto, o nunca… V. Aleixandre.

Aquí se reúnen los adverbios en las tres formas frustrantes del tiempo, con lo que logran un eficaz pleonasmo. Otras veces, el polisíndeton consigue su expresividad mediante la coordinación de sustantivos portadores de clases mas muy diferentes:

Y entre penumbras y sábanas y urgencia… Francisco Brines

El lenguaje nos muestra múltiples recursos y formas, que dan estilo e identificación, fuerza y sentido, y claridad u ocultan, luz y obscuridad y creo ya caí en el uso del polisíndeton.

Con amor, 4s

FUERZA


Ser débil o ser fuerte no es razón de nuestra posibilidad física. Ser fuerte o débil depende de nuestra postura mental. Para ser fuerte, no necesitas ser capaz de levantar determinada cantidad de kilos. Para ser fuerte recuerda que puedes. Para ser fuerte, recuerda por qué has decidido hacerlo.

Para ser fuerte, recuerda hasta dónde ya te ha llevado tu fortaleza, tu foco y tu disciplina. Para ser fuerte, recuérdate que tu compromiso puede ser tan potente como cualquier excusa o razonamiento.

Lo mismo puede ser a la inversa. Cuantas cosas no has hecho por ser débil. Por tu indecisión. Por tu desidia. Por tu flojera. Por el postergar.

Para ser fuerte, ten un propósito muy claro y un plan muy bien definido, así como la plena convicción que debes serlo.

Para ser fuerte, además deber sinceramente ser agradecido por lo que tienes y porque lo puedes hacer.

Para ser fuerte, comienza por tus pensamientos. Si tus pensamientos están basados en fortalezas y se enfocan en verdaderas oportunidades, tus acciones estarán alineadas con ellos.

El mundo te presentará, cada día, todo tipo de desafíos, dificultades, tentaciones y distracciones. Sé consciente de que es un hecho que estas cosas se cruzarán en tu camino, y por adelantado decide ser fuerte.

Mientras los altibajos de la vida se van presentando, recuérdate que has decidido ser fuerte. Entonces, a medida que cada instante vaya pasando, serás naturalmente fiel a esa decisión.

Ser fuerte implica estar preparado para tomar las decisiones adecuadas ante cualquier situación que se te presente.

Y recuerda, por el hecho de estar ante la situación, sea la que sea, ya eres fuerte.

Con amor, 4s