miércoles, 26 de mayo de 2010

PRESENTE

Las cosas no suceden por nada. Todo tiene un fin específico, el de realizarte, el de darte los elementos necesarios que te permitan evolucionar. Si bien a veces parecen señales contrarias, hasta no deseadas, todo tiene un fin.

Hay cosas que pronto sabrás, y que nunca antes habías siquiera considerado. Hay lugares a los cuales pronto te encaminarás, y que ahora mismo ni siquiera sabes que existen.

Tonto sería abandonar alguna vez la esperanza o dejar de lado tus sueños. Cada instante que llega a ti viene con una carga nueva y fresca de oportunidades.

Aquello que ahora podría parecer imposible será, algún día, de lo más común. Ese mismísimo emprendimiento en el cual estás enfrentando los más despiadados obstáculos podría tornarse perfectamente en fuente de tus mayores triunfos.

Es muy distinto:

Aquellos que esperan lo mejor de lo que está por venir, tienen una manera de encontrarlo,
A aquellos que creen que lo mejor está por venir.

Cada instante están naciendo oportunidades, y en todas las oportunidades que ahora están naciendo hay una que, seguro, es justo para ti.

Acepta amorosamente cada instante así como llega a ti. Porque en él hay nuevas oportunidades para que crezcas y experimentes, para que las vivas plenamente y para que avances con determinación.

Con cada tic tac del reloj está llegando un nuevo presente. Pega el salto y haz que sea el mejor de todos.

Vive alerta de las infinitas oportunidades que la vida te brinda cada segundo. Llena tu vida de pequeños instantes, los grandes momentos son solo esos. Un pedazo de sonrisa y recuerdo.

Con amor, 4s.

ANTIGUA ORACIÓN HINDÚ DE AGRADECIMIENTO


Es maravilloso Señor, tener mis brazos perfectos,
cuando hay tantos mutilados,
mis ojos perfectos, cuando tantos no tienen luz,
mi voz canta, cuando otras mendigan.

Es maravilloso Señor, volver a casa,
cuando tantos no tienen dónde ir.

Es bueno sonreír, amar, soñar, vivir,
cuando hay tantos que odian, lloran y mueren sin
haber vivido la vida...

Es maravilloso Señor, tener un Dios para creer,
cuando tantos no poseen una creencia.

Es maravilloso, sobre todo:
tener tan poco que pedir y tanto para agradecer.
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Sin duda la oración siempre debe ser para agradecer,
nunca para pedir a excepción que sea para los demás.

Con amor, 4s