lunes, 25 de abril de 2011

Volverán las oscuras golondrinas (Jueves)


Sin duda, una bella canción… la de Jueves (La Oreja de Van Gogh), hermosa manera de rendir homenaje a las víctimas del atentado en España (11 de marzo de 2004). En dicha canción se hace referencia en uno de sus párrafos lo siguiente:

Y así pasan los días, de lunes a viernes

Como las golondrinas del poema de Bécquer

De estación a estación enfrente tú y yo

Va y viene el silencio.


He aquí el poema referido…

Volverán las oscuras golondrinas


Volverán las oscuras golondrinas
en tu balcón sus nidos a colgar,
y otra vez con el ala a sus cristales,
jugando llamarán;

pero aquellas que el vuelo refrenaban
tu hermosura y mi dicha al contemplar;
aquellas que aprendieron nuestros nombres,
esas... ¡no volverán!

Volverán las tupidas madreselvas
de tu jardín las tapias a escalar,
y otra vez a la tarde, aun mas hermosas,
sus flores abrirán;

pero aquellas cuajadas de rocío,
cuyas gotas mirábamos temblar
y caer, como lágrimas del día...
esas... ¡no volverán!

Volverán del amor en tus oídos
las palabras ardientes a sonar;
tu corazón, de su profundo sueño
tal vez despertará;

pero mudo y absorto y de rodillas
como se adora a Dios ante su altar,
como yo te he querido... desengáñate,
¡así no te querrán!

Gustavo Adolfo Becquer


Con amor, 4s

Watson (Jeopardy)

¿Qué es la inteligencia? Pregunta eterna cuya respuesta ha evolucionado rápidamente a últimas fechas...


Paul Allen, cofundador de Microsoft, opina que Aristóteles, cuatro siglos antes de JC, metió en su blanca cabecita, casi todo conocimiento científico. O sea un individuo equivalía a todo el internet más Google. Pero ahora año con año generamos tsunamis de conocimientos, información, trivia e información detallada sobre las últimas peripecias de alguna encueratriz. No hay quien pudiese almacenar casi todo conocimiento, dato o albur. Pero esto no significa que no haya individuos que intenten contestar casi cualquier sencilla pregunta. A diario puedes ver a estos proto-Aristóteles... en la tele.

El día que quieras, en país tras país, se ve concurso tras concurso de conocimientos, preguntas, acertijos, trivialidades. Contestas bien y te toca buena cantidad de lana. Contesta mal y hasta la vista. Este tipo de juegos funcionan de dos maneras: pruebas tipo Mensa que no son ni aptas ni interesantes para todo público. Si contestas bien tienes IQ tipo genio y te juntas con otros genios. Esto no le interesa a la población en general. Luego entonces, para mantener medio idiotizado a gran auditorio se requiere el segundo tipo de pregunta: un concurso donde el televidente promedio siente que pude contestar, o debería poder contestar, la mayoría de las preguntas. Y esto precisamente es lo está detrás de uno de los programas más exitosos en la TV de Estados Unidos, Jeopardy.

En este programa se da una respuesta y el concursante tiene que responder con la pregunta. Por ejemplo: "Su grito dio inicio a Independencia". Una respuesta correcta sería "¿Quién es Hidalgo?". Respuesta intuitiva para quien haya cursado primaria... Pero resulta que este tipo de ejercicio es extraordinariamente difícil para una computadora. No hay fecha, contexto histórico, o personaje claro. No hay parámetros claros. Y por eso mientras es muy fácil para una computadora contestar una macro ecuación matemática, es extraordinariamente difícil contestar cosas que requieren contexto, humor, información incompleta, historia, o juntar dos campos de conocimientos distintos. "Su grito dio lugar a Independencia" pudiera llevar a una computadora a contestar el nombre de algún cantante de una nueva banda de rock, o "tu bebe", o algún pueblo perdido, o "no sé", o una hoja en blanco.

La primer gran prueba de "inteligencia" en una máquina supuestamente ocurrió en 1997 cuando una IBM le ganó a una de las mentes más privilegiadas del planeta en ajedrez, Garry Kasparov. En las máquinas de hoy este tipo de ejercicios, el cómo colocar piezas que se mueven, según reglas fijas, en cada uno de 64 cuadritos, resulta ser un problema manejable. En términos matemáticos es predecible cada jugada y cada reacción. Y por eso es relativamente sencillo encontrar una máquina que le gane a cualquier ser humano.

Pero competir sin tablero, sin reglas fijas, con ambigüedad... ése es otro cuento. Y por eso hay que ponerle muncha atención a lo que logró Watson hará un par de meses. Watson le ganó a los campeones de Jeopardy. Y eso, en términos de cómputo, en términos de entender cómo programar, es órdenes de magnitud más difícil. Imagínate que le hicieras una consulta en Google y tuviera que darte una sola respuesta...

Tomó años y miles y miles de horas de trabajo por parte de algunas de las mentes más extraordinarias del planeta empezar a educar a la supercomputadora Watson. Al principio ni lo más sencillo acertaba. La probabilidad de que le ganara a un buen jugador era ínfima. Pero gradualmente IBM juntó varios equipos excepcionales de doctorados en diversas especialidades, ingeniería eléctrica, cómputo, neurología, heurística, lingüística. Y cada uno se dedicó a educar a Watson. Una primera sorpresa es lo pequeña que resultó la memoria de Watson. El total de conocimientos que cargaron en la máquina es menos de lo que carga una iPad nueva. Y es que la máquina tiene que contestar en tres a cinco segundos y mientras más datos añades más posibilidades y combinaciones existen y más lenta la respuesta.

Por esto el construir la máquina no sólo fue memoria bruta. En paralelo otro grupo estudió la probabilidad de que una respuesta fuera más correcta que otra. Y otro equipo se enfocó en ambigüedades, mientras que otro estudiaba patrones de preguntas y concursantes... Hasta que en enero del 2011 Watson le ganó a los dos mejores jugadores del planeta. Y en febrero le partió su mamacita a un par de diputados...

Watson no es inteligencia artificial, pero sí es buen modelo de lo que logra a diario una parte del cerebro humano. Es primer gran paso. Lo aprendido va a impactar profesiones donde coexisten las reglas claras junto con gran ambigüedad y discreción, como medicina, derecho y contaduría. Es señal emergente de una inteligencia paralela limitada, que al surgir va a cambiar mucho. Esto es una de las grandes hazañas de la humanidad... hasta este momento. Lo que viene será bastante más emocionante...

(¿Quieres saber más? Lee Stephen Baker Final Jeopardy). Por Juan Enríquez Cabot (Publicado en Reforma, el día de hoy)

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Abundando un poco, sobre esta excelente de como ver las cosas desde otro punto de vista, busqué algo más, encontrando lo siguiente:

En un excelente artículo (como todos los suyos) Mind Hacks se plantea algunas novedades de Watson. Entre los muchos algoritmos que incorpora el artículo se refiere a dos. Uno de ellos es constraint satisfaction o satisfacción de requisitos por el que el sistema encuentra la solución que mejor se ajusta a los requisitos de un problema que no tiene solución matemática exacta. Este es en efecto una de las novedades del sistema ya que se plantean múltiples hipótesis y se elige la mejor, considerando que ninguna es buena al 100%. El otro se denomina local search e indica cuando considerar la búsqueda suficiente y detenerla debido a que siempre sería posible seguir hurgando en los datos. Estas estrategias que emplea Watson ¿son humanas? Evidentemente sí, responden a aproximaciones que usamos con regularidad.


Un aspecto muy interesante es la metacognición. No solo sabemos cosas. Sabemos que sabemos. Tenemos la sensación de saberlo. Sé que conozco la respuesta antes de dar con ella. Lo tengo en la punta de la lengua (expresión que al parecer es muy similar en muchos idiomas). Sé que si sigo buscando voy a dar con la respuesta. Quizá deba empezar con la A y seguir el alfabeto hasta encontrar el nombre de la persona a la que acabo de saludar. O seguir otras estrategias de recuperación de la información. Pero con una alta probabilidad si creo que lo sé es que lo sé.

Watson carece de metacognición (aunque no sería difícil programar estadísticamente algo semejante, no sería metacognición). Hasta que no encuentra la respuesta no sabe que lo sabe. Y en el programa Jeopardy la confianza es fundamental ya que las respuesta erróneas puntúan negativamente.

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Ejemplo del tipo de preguntas, es el siguiente:


Se busca por haberse robado una rebanada de pan en "Los Miserables", muy, muy querido, por otros robos demasiado (Jean Val Jean, clásico de Vítor Hugo).

Se puede consultar la batería de preguntas del programa en el siguiente vinculo (En Ingles):

http://www.j-archive.com/showgame.php?game_id=3575

Y posiblemente el nombre de Watson sea de la clásica frase de “Elemental mi querido Watson” ("Elementary, my dear Watson") del genial Sir Conan Doyle, en su obra…Sherlock Holmes


Con amor, 4s