martes, 27 de julio de 2010

Altos Estándares


Del tamaño de tus expectativas serán tus logros.

Plantea tus estándares bien alto y la vida se las ingeniará para alcanzarlos. Avanza con las mejores expectativas, y esas expectativas se verán reflejadas en la manera en que vivirás la vida.

Resignando tus más preciados valores no hay nada que puedas ganar y que valga la pena. Sé honesto con quien tú eres, y los progresos que logres tendrán verdadero significado.

Mantén altos tus estándares y no te sentirás agobiado por arrepentimientos. Elige el camino que sabes es correcto, para ti mismo, para quienes te rodean, para tu vida, y aunque aparezcan dificultades encontrarás las fortalezas necesarias como para seguir avanzando.

Adhiere a los más altos estándares en cada situación, sin resentimientos ni culpas por decidir hacerlo. Estarás generando un verdadero valor que nadie podrá quitarte jamás.

Mantén altos tus estándares y cuando veas una oportunidad para elevarte más aún, hazlo. Lo que alguna vez fueran cimas pronto se convertirán en valles, y aquello que fuera inimaginable se volverá real.

Con los más altos estándares, muévete confiado y amorosamente a través de cada día. Dale a tu mundo una tonalidad fuertemente positiva, y será un hermoso lugar para vivir.

Nunca busques bajas expectativas. Vive tu vida espléndidamente… alejado de la mediocridad; no confundas lujos ni excentricidades con alegría… las cosas bellas de la vida son las que te rodean…

Con amor, 4s

Segundos

Aquella tarde Hu-Song hizo una pregunta a sus discípulos:
- Tengo dos relojes, Éste se atrasa siempre un segundo. Este otro está parado: no funciona. ¿Cuál de los dos es el mejor?

- El primero - respondieron a coro los discípulos.

- Habría que verlo - respondieron a coro los discípulos.

- Habría que verlo -dijo el filósofo-. Si la función de un reloj es marcar la hora con exactitud, entonces es mejor el reloj que está parado, porque dos veces al día marcara la hora exactamente, mientras el otro, el que se atrasa un segundo, no marcara nunca la hora con exactitud.

Los discípulos callaron; no supieron ya qué responder.

Hu-Song Sonrió:

- No se inquieten: ustedes tienen la razón. En efecto, el mejor reloj es el que se atrasa un segundo. No es perfecto, pero razonablemente sirve. Buscar la perfección es racional, pero no es razonable. La búsqueda de la perfección nos inmovilizará, como el reloj. Pongámonos a trabajar, aunque nos atrasemos un segundo.

Así dijo Hu-Song, y sus discípulos entendieron que decía la verdad.

Con amor, 4s