miércoles, 11 de agosto de 2010

Concretar


Cuantas cosas has imaginado. Con cuántas has soñado. Entre fantasías e ilusiones, magia, etc… pero seguramente has soñado despierto muchas veces.

Qué pasa cuando quieres llevar al cabo ese sueño…. La preparación es importante, pero no suficiente. Planificar puede ser muy útil, y así y todo no alcanza.

Sentirte inspirado te llena de energía positiva pero aun así no es suficiente. Motivarte es maravilloso, pero para llegar al logro se necesitan otras cosas.

Porque alcanzar un logro requiere ejecutividad. Luego de toda la planificación, preparación y motivación debes ponerte de pie, salir y hacer que suceda. Nada sucede por el simple hecho de soñar.

Y una vez que has comenzado a moverte, cruzas un umbral y repentinamente tu perspectiva cambia. Has trascendido la etapa de prepararte para pasar a lo concreto de hacer que realmente el logro empiece a tomar forma.

Una vez que hayas empezado a hacerlo te sentirás ahora comprometido a seguir adelante con todo lo que tienes. Pon todo lo que tengas hacia el mejor y más positivo, creativo y valioso desempeño que puedas llegar a imaginar.

La concreción es para aquellos que van más allá del entrenamiento, más allá de la planificación, más allá de la motivación y se atreven a incursionar en las acciones concretas y efectivas. La concreción pertenece a quienes deciden sumergirse a pleno en el hacer.

Qué difícil es a veces levantarnos, aprender del error, insistir, no claudicar… hasta concretar… y además… recuerda, las cosas que hagas hazlas con todo tu amor.

Concretar es la diferencia de las personas efectivas y las soñadoras….

Con amor, 4s

Oración... Creo en ti


Creo en ti
Señor, tu siempre me has dado
La fuerza necesaria,
y, aunque débil,
Creo en Tí.

Señor, Tu siempre me has dado
La paz a de cada día,
y, aunque angustiado,
Creo en Ti.

Señor, Tu siempre me has
guardado
En la prueba,
Y aunque estoy en ella,
Creo en Ti.

Señor, tu siempre has alumbrado
Mis tinieblas,
Y, aunque no tengo luz,
Creo en Ti.

(Oración cuando llega la dificultad, las pruebas, los momentos de angustia, de duda o enfermedad, es bueno decirle al Señor que seguimos creyendo en él).

Me encantan las oraciones en dónde no se pide favores; creo en el poder de la oración y aunque las evito porque muchas muestran un carácter de lástima, o de pecador, entre otros... no dejo cada día de agradecer por las maravillas brindadas y compartidas. Y como un buen amigo dice y coincido... él sugiere pedir sólo algo.. pedir SER.

Con amor, 4s