lunes, 9 de mayo de 2011

Tareas


Hay cosas que debemos hacer. Y cuanto tu esfuerzo lo enfocas adecuadamente pones en algo, más valioso lo haces que sea. Cuanto más tiempo y atención pones a una determinada tarea o actividad, más reconfortante será. Imprimes un valor agregado y una mayor importancia, surgiendo además un genuino interés por hacerlo mejor.

Siempre el proceso de construir y crear es, por naturaleza, es alegre y feliz. Entrégate

a ese proceso y disfruta a pleno de la experiencia, que además, será el marcar una gran diferencia.

Y nunca realices actividad con resentimiento. Decide en cambio sentirte profundamente agradecido por aquello que puedes lograr.

Cada día está lleno de oportunidades para hacer la diferencia de que las cosas simplemente pasen a que sean un verdadero momento. Todas y cada una de las actividades que vas a atravesar están repletas de verdadero potencial.

Todas las tareas que emprendas son oportunidades para darte enormes alegrías. Obsérvalas bajo la positiva luz de la creatividad y la realización. Incluso de una manera divertida.

Ansía poner todo tu tiempo y toda tu atención al servicio de las tareas que realices al cabo. Y sean las que sean, entrégate a ellas dando lo mejor de ti.


Con amor, 4s

LAS ETAPAS


(La diferencia entre una imagen y otra nos permite ver que no es lo mismo cerrar un circulo y quedarse dentro, o cerrar el mismo círculo estando fuera del mismo)
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Siempre es preciso saber cuándo se acaba una etapa de la vida.

Si insistes en permanecer en ella, más allá del tiempo necesario, pierdes la alegría y el sentido del resto. Cerrando círculos, o cerrando puertas, o cerrando capítulos, como quiera llamarle, debes cerrar los ciclos, dejar ir momentos de la vida que simplemente llegaron a su fin.

¿Terminó tu trabajo?, ¿Se acabó tu relación?, ¿Ya no vives más en esa casa?, ¿Debes irte de viaje?, ¿La amistad se acabó? ¿Alguien te deja?

Puedes pasarte mucho tiempo de tu día actual "pensando" en los porqués, en reclamos, en regresar la cinta de los recuerdos tratando de entender por qué sucedió tal o cual hecho.

El desgaste va a ser infinito porque en la vida, tú, yo, los amigos, los hijos, los hermanos, nuestros padres, etc., todos estamos abocados a ir cerrando capítulos, a pasar la hoja, a terminar con etapas, o con momentos de la vida y seguir adelante.

No podemos estar en el presente añorando el pasado. Ni siquiera preguntándonos por qué. Lo que sucedió, sucedió, y hay que soltar, hay que desprenderse.

No podemos ser niños eternos, ni adolescentes tardíos, ni empleados de empresas inexistentes, ni tener vínculos con quien no quiere estar vinculado a nosotros.

Los hechos pasan y hay que dejarlos ir. Por eso, a veces es tan importante destruir recuerdos, regalar presentes, cambiar de casa, tirar documentos, libros por vender o regalar. Los cambios externos pueden simbolizar procesos interiores de superación.

Dejar ir, soltar, desprenderse. En la vida nadie juega con las cartas marcadas, y hay que aprender a perder y a ganar. Hay que dejar ir, hay que pasar la hoja, hay que vivir sólo con lo que tenemos en el presente. El pasado ya pasó.

No te quedes esperando que te devuelvan algo (El saludo, lo prestado, etc.), no esperes que te reconozcan, no esperes que alguna vez se den cuenta de quién eres. Si eso no sucedió no sigas esperando ni acumules resentimiento. Suelta el pasado que lo único que consigues es dañarte mentalmente, envenenarte y amargarte.

La vida está para adelante, nunca para atrás. Porque si andas por la vida dejando "puertas abiertas", por si acaso, nunca podrás desprenderte ni vivir el hoy con satisfacción.

Noviazgos o amistades que no clausuran, posibilidades de "regresar" (a qué?), necesidad de aclaraciones, palabras que no se dijeron, silencios que te invadieron. ¡Si puedes enfrentarlos ya y ahora, hazlo!, si no, déjalo ir, cierra capítulos. Di hasta aquí, que ya no, que no vuelves, que simplemente ese capítulo se cerró. No vuelvas vicios ni apegos, ni te vuelvas mártir de relaciones tortuosas.

Pero no por orgullo ni soberbia, sino porque tú ya no encajas allí, en ese lugar, en ese corazón, en esa habitación, en esa casa, en ese escritorio, en ese oficio. Tú ya no eres el mismo que fuiste, hace dos días, hace tres meses, hace un año, por lo tanto, no hay nada a que volver. Cierra la puerta, pasa la hoja, cierra el círculo. Ni tú eres el mismo, ni el entorno al que regresa será igual, porque en la vida nada se queda quieto, nada es estático.

Es por salud mental, por amor a ti mismo el desprenderte lo que ya no está en tu vida. Recuerda que nada ni nadie es indispensable. Ni una persona, ni un lugar, ni un trabajo, nada es vital para vivir porque: cuando llegaste a este mundo lo hiciste sin ese adhesivo, por lo tanto es "costumbre" vivir pegado a él, y es un trabajo personal e íntimo aprender a vivir sin él, sin el adhesivo humano o físico que hoy te duele dejar ir.

Es un proceso de aprender a desprenderse y, humanamente se puede lograr porque, recuerda: ¡Nada ni nadie nos es indispensable!

Sólo es costumbre, apego, necesidad. Siempre cierra, clausura, limpia, tira, oxigena, despréndete, sacude y suelte. Hay tantas palabras para significar salud mental y cualquiera que sea la que escojas, te ayudará definitivamente a seguir para adelante con tranquilidad.

¡Esa es la vida!

Con amor, 4s