miércoles, 29 de septiembre de 2010

Filantropía

Etimológicamente filantropía tiene raíces griegas: de "filos" o amor, y "antropos" de hombre. O sea que la filantropía quiere decir literalmente amor al hombre o la humanidad.

Dada la raíz etimológica intuitiva del concepto, lo más probable es que este haya existido de la teoría que habla de que la filantropía, fue un concepto acuñado por el emperador romano Flavio Claudio Juliano, a fines del siglo III. (Este personaje intentó restaurar el venido a menos paganismo que primó en el imperio antes de la llegada del cristianismo, y para estos fines buscó sustitutos a los conceptos cristianos, dándoles un significado alejado de la religión católica; en este emprendimiento, fomentó el uso de la filantropía por la caridad.)

Si bien estos términos se emplean con frecuencia (Filantropía y caridad) e incluso de manera indistinta, no son lo mismo. La caridad técnicamente hablando es una virtud teológica (cualidad o virtud necesaria para la mente que busca la salvación), o sea tiene una connotación más bien religiosa, mientras que la filantropía es su equivalente desvinculado de implicanciones religiosas.

La caridad, es en su sentido más elevado el amor a Dios por sobre todas las cosas, de lo que se extiende el amor al prójimo. Se entiende que la caridad como expresión del amor es la perfección última del espíritu humano, ya que glorifica y refleja de la mejor manera la naturaleza divina.

En general, la filantropía significa el amor al género humano y todo lo que a la humanidad respecta, particularmente, en su forma positiva y constructiva, expresado en la ayuda a los demás sin que necesariamente se requiera de un intercambio o interés alguno en una respuesta.

Los esfuerzos filantrópicos son realizados por parte de individuos o por grupos de individuos organizados, mas no es una tendencia, es decir, desde hace muchos se han realizado múltiples y gloriosas obras de filantropías.

Los donativos a organizaciones humanitarias, personas, comunidades, o trabajando para ayudar a los demás, directamente o a través de organizaciones no gubernamentales con fines no lucrativos, así como lo es el trabajo de voluntario para apoyar instituciones que tienen el propósito específico de ayudar a los seres vivos y mejorar sus vidas, son considerados actos filantrópicos.

Algunas mentes consideran a la filantropía como la manera de curar las penas y los pecados, “Es comprar un boleto al cielo”; por otro lado, un contexto más humanístico es que por medio de la acción social se puede dejar un mundo mejor… es devolver algo de lo mucho que hemos tenido a nuestro alcance.

No se necesitan grandes capitales para ser filántropo; la filantropía puede ser también en obras, en participar activamente y desde mi punto de vista, comienza en nosotros mismos; si atendemos nuevamente la definición, sería amarnos a nosotros mismos, ya que es imposible amar al prójimo sino nos amamos a nosotros mismos primeros.

Finalmente, existe la contraparte, la misantropía, también proveniente del griego, vincula los términos “odio” y “ser humano” y se considera una tendencia social y sicológica, caracterizada por una antipatía general hacia la especie humana. No solo representa un desagrado hacia alguna persona en concreto, sino la animadversión hacia los rasgos que son compartidos por la humanidad.

Un misántropo por lo tanto, es una persona que manifiesta resentimiento hacia el propio hombre, como ser humano, esta puede ser ligero o muy marcado, y como tal también puede presentar características muy diferentes que van desde lo inofensivo, hasta la crítica social, o como base de su resentimiento llegar hasta la destrucción.

Incluso, los especialistas la consideran como un mal y quienes lo padecen pueden llegar a presentar una muy baja auto estima, e incluso tendencias criminales o suicidas. Como podemos ver… falta de amor propio.

(Me llamó la atención que buscando ejemplos y conceptos para realizar esta entrada, encontré más material de misantropía que de filantropía… como un reflejo de nuestro gran egoísmo o de nuestro gran vacío.)

Conclusión…. vuélvete filántropo de ti mismo y luego del mundo… aleja la misantropía de tu corazón y del resto de la humanidad.

Con amor, 4s

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