jueves, 14 de octubre de 2010

La Gallina de los Huevos de Oro


En el corral vivían felices las gallinas.


Todas, menos una.


Andaba siempre triste esa gallina, acongojada y pesarosa. Cuando pensaba que nadie la veía lloraba desconsoladamente.


-¿Por qué está triste? -preguntó una recién llegada.


Le explicó otra:


-Se aflige porque no puede poner huevos como los ponemos nosotras: cálidos, de suave cáscara, y llenos con la sustancia de la vida.


-¿Por qué no puede?


-Porque es La Gallina de los Huevos de Oro.


-¡Pobrecita!




Con amor, 4s

2 comentarios:

  1. Una vez más, enmarcamos diferencias

    ¡Y qué sería de la vida sin ello!

    Más importante es saber vivir con lo que se tiene y con lo que verdaderamente pueda llegar a poseerse. Hay personas que no pueden procrear y no por ello la vida termina; deben encontrar la manera de salvaguardar esos deseos y saber bien proyectarlos en otras cuestiones similarmente provechosas. En tal caso, bien podría ser la adopción. A la par que ayudarían a quien lo necesita, estarían siendo doblemente partícipes en esta sociedad que cada día marcha en declive.

    A mi muy particular punto de vista, la palabra 'pobrecita', o debiera erradicarse o en su defecto, debiera ser utilizada únicamente para cuando verdaderamente podamos hacer lo suficiente para saber modificarlo.


    Con amor, 4s!

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  2. Tudo na vida é relativo e nada é definitivo, inclusive a alegria e a tristeza... e sendo assim, podemos escolher sermos sempre felizes com o que temos.
    Beijokas, querido.

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