lunes, 17 de mayo de 2010

Fe



Hay en el cementerio de… (no importa dónde…. Seguramente en muchos debe haber…), una tumba. Al lado de esa tumba se ve una flor. La tumba es gris; la flor, azul. Me acerco y escucho ahí una voz:



"... No tuve fe mientras viví. ¿Cómo pude vivir sin tener fe? No tuve esperanza. Mi vida fue una continua desesperación. Y no tuve caridad, que es otro nombre del amor. Por eso viví solo y morí solo, que es una triste forma de morir.




"... Ahora sé que debemos tener fe en la fe, y esperar la esperanza, y amar siempre al amor. Sin esas tres virtudes la vida se hace gris. Con una sola de ellas, el amor, que a las otras dos envuelve, la vida puede pintarse con el mismo color que tiene el cielo...".




Hay en el cementerio de (no importa dónde…. Seguramente en muchos debe haber…) una tumba. Y fuera del cementerio hay más, porque aquellos que no tienen fe, ni esperanza, ni amor están ya muertos. Su vida es una tumba

(Tomado y modificado de Mirador, de: Armando Fuentes Aguirre, publicado en el periódico Reforma, 17 de mayo de 2010).

Con amor, 4s

1 comentario:

  1. ¡Escalofriante!

    Bien se debiera aferrar el uno al otro aspecto menos debil, para tratar de seguir adelante



    Con amor, 4s!

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