jueves, 22 de diciembre de 2011

HOY TOCA!!!




Era muy celosa aquella mujer. Un día, agobiado por los continuos celos de su esposa, Calenturio la amenazó con irse de la casa. "¡No me dejes, por piedad! -suplicó ella pensando ¡Te juro que ya no tendré celos de ti! ¡Voy a cambiar! ¡Seré otra!" El abnegado esposo creyó en la promesa de su aprensiva mujer, y confió en que ya no se dejaría llevar por el monstruo de los ojos verdes, que así llama Shakespeare a los celos. Un día llegó la esposa a su casa, y al entrar en la recámara ¿qué vio? A Calenturio, en apretado abrazo de fornicación con una exuberante mujer. Le preguntó a su esposo: "¿Qué significa esto?¿Quién es esa mujer?". ¡Perdóname, mujer, por favor! ¡Como me dijiste que ibas a ser otra, pensé que esta mujer eras tú

La niñita le pide a su mamá: "Cuéntame un cuento". Responde con una sonrisa la señora: "Me sé dos". "Ya sé cuáles son -interviene el marido-. Uno es “Me duele la cabeza”, y el otro “Estoy en mis días”.

En medio de una terrible discusión con su marido, la mujer le dice: "mejor hubiera sido si me casaba con el Diablo".
-No habrías podido, el casamiento entre parientes cercanos está prohibido.

La niña de diez años dice: - Si mi mamá se ríe de los chistes de mi papá, es señal de que hay visitas en la casa.

Una amiga que tengo, me pidió 20.000 pesos para arreglarse la dentadura.
Le dije; "Toma 30.000, hazte agrandar el pecho, y nadie te mirará los dientes".

Don Quinicio era dueño de un feroz bulldog que se lanzaba contra la gente aun sin provocación, por lo cual su amo lo tenía siempre atado con una correa. En cierta ocasión el perrazo se soltó, y mordió a un vecino a quien su mala ventura hizo pasar por ahí en el momento justo en que el salvaje can se libró de su atadura. Don Quinicio, después de reducir al animal, se disculpó profusamente con la víctima. "¡Perdone usted, vecino! -le dijo muy apenado-. Sucede que mi perro tiene demasiados bríos. Mañana mismo lo llevaré a que lo castren". "Llévelo mejor a que le saquen los dientes -sugiere mohíno el lacerado-. Lo que le gusta al desgraciado es morder, no fornicar

El otro día vi a tu suegra y.....
-¡Alto ahí! No se dice "suegra", se dice "madre política"
-Pero si la política es un asco.
-Por eso mismo.

Mis padres tuvieron sólo un pleito en 55 años de casados. Pero ese pleito duró 53"

Florilí, muchacha en flor de edad, se la pasaba acostada en su cuarto todo el día. Su mamá se mortificaba por su ociosidad, y la amonestaba con duros réspices llenos de acrimonia. La perezosa joven no pudo aguantar ya esas regañinas, y un buen día se fue de la casa. A los dos años regresó. Traía coche de lujo; vestía ropa de marca; lucía zapatos y accesorios de los que sólo se ven en París, Roma, Londres, Nueva York y Saltillo, y se adornaba con joyas rutilantes. "¿Ya ves, mami? -le dice con orgullo a su asombrada madre-. ¡Y tú me decías que acostada no haría nada en la vida!

Silly Kohn, famosa bailarina de burlesque, hacía sensuales evoluciones en el tubo. Un turista americano le puso un billete de 100 dólares en la tanguita, y otro paisano suyo hizo lo mismo. Pancho el mexicano pasó su tarjeta de crédito por entre las pompas de la danzarina, y anunció al tiempo que tomaba los billetes: "Procedo a hacer un retiro de 200 dólares

Dos amigos se encontraron después de mucho tiempo de no verse. Uno de ellos estaba rico. Dice: "Inventé un perfume que da a la mujer un aroma íntimo, como de fruta". Tiempo después volvieron a encontrarse. Ahora el otro amigo era más rico. Explica: "Inventé un perfume que da a la fruta un aroma íntimo, como de mujer

La maestra le pregunta a Pepito:
Pepito, ¿Cómo se dice en inglés: el gato se cayó en el agua y se ahogó?.
Fácil maestra: “The cat cataplum in the water glugluglu and not mas miau miau”.

La guapísima vendedora de esas que van de casa por casa empezó a desvestirse ante el feliz soltero a cuyo departamento había llegado. Le dice: "Ofrezco una gran variedad de artículos, pero éste es el que se vende más.

Tontín salió con Pirulina, muchacha que había cursado todas las materias en el currículo o plan de estudios de la vida. La llevó en su automóvil a un paraje soledoso, y de buenas a primeras, sin siquiera decirle a manera de prólogo o exordio: "Qué calor hace ¿verdad?", le espetó esta incivil pregunta: "¿Cogemos?" "¡Tontín!!!! -se molestó ella-. Por lo menos debías ser un poco más romántico". Así amonestado repitió su instancia el badulaque: "¿Cogemos a la luz de la luna?"...

Con amor, 4s

No hay comentarios:

Publicar un comentario