miércoles, 30 de noviembre de 2011

ESENCIA DE LAS PERSONALIDADES, (Parte IX de IX) 1 de 2

Pues recordemos que habíamos dicho que en el desarrollo de cada personalidad influyen tres elementos a saber, la esencia, el tipo y la influencia.

Y la influencia es la que muchas veces es la que no nos permite identificar con plenitud nuestro tipo de personalidad, como lo veremos a continuación. La influencia puede ser incluso de tipo genético.

Llamaremos influencia a todo agente externo que de alguna manera nos afecta, para bien o para mal. Esta influencia puede ser de dos tipos, una a la que conocemos como huella y que viene a incrementar de alguna manera el potencial de nuestra tipología, y la otra conocida como contrahuella y que genera el efecto contrario, es decir, nos aleja de nuestra naturaleza innata.

Esta influencia puede ser de nuestros padres, de nuestros hermanos, de nuestros amigos, en la escuela, etc., todas principalmente en nuestra niñez.

Es momento de abrir un poco más el telón y llamaremos a los tipos por su nombre, y que a saber son:

Tipo I. Lunar (Tipo Solitario) Pecado Capital: La Avaricia (-,-)
Tipo II. Venusino (Tipo Sensitivo) Pecado Capital: La Pereza (-,+)
Tipo III. Mercurial (Tipo Agudo) Pecado Capital: La Envidia (+,-)
Tipo IV. Saturnino (Tipo Estructurado) Pecado Capital: La Soberbia (+,+)
Tipo V. Marcial (Tipo Energético) Pecado Capital: La Ira (+,-)
Tipo VI. Jovial (Tipo Expansivo) Pecado Capital: La Gula (-,+)
Tipo VII. Solar (Tipo Carismático) Pecado Capital: La Lujuria (+,+)

Ahora imaginemos la relación familiar en donde el padre y la madre son del tipo Marcial, es decir, de alta energía, y con un hijo lunar o venusino (de baja energía); es obvio que la relación entre ellos siempre será de conflictos, los primeros pensando porque son tan lentos o flojos, cuando en realidad son de baja energía. Lo mismo suele pasar con los tipos venusinos y joviales, altamente expresivos y sentimentales con la relación entre tipos lunares y saturninos, fríos y pocos expresivos, etc. Esto hace que se oculten los rasgos y se asimilen los de la influencia, o surjan de manera más fuerte, o simplemente se confundan entre ambos.

Otra de las causas por las que a veces no nos queda claro el tipo al que pertenecemos, es que no todos nos ubicamos perfectamente en un tipo ya que en realidad los tipos bases que hemos mencionado pueden y suelen ubicarse entre uno y otro, lo que resulta un total de trece personalidades. Sin embargo, esta ubicación sólo puede darse de un tipo a otro, es decir, partiendo del orden en el que hemos desarrollado este trabajo, encontramos a las personas de tipo lunar (1), o pueden ser lunar-venusino (2), pasan al venusino (3), de ahí al venusino-mercurial (4), mercurial (5), mercurial-saturnino (6), saturnino (7), saturnino-marcial (8), marcial (9), marcial-jovial (10), jovial (11), jovial lunar (12) y solar (13).

Si observas, el último tipo no tiene intermedio, ni anterior ni posterior y la razón se ubica a que todos tenemos de alguna manera una parte solar y por ende, los tipos a los que describimos como solares siempre irán asociados con una de las personalidades anteriores, así encontraremos a lunares solares, o venusinos solares, mercuriales solares, etc. Nunca serán sólo solares y nunca seremos de todos los tipos, sólo podemos ser de un tipo, ya se base o intermedio (lunar al 20% y Venusino al 80%, o 50 y 50%, o cualquier combinación, pero lunar a venusino, solamente, no se puede ser lunar marcial, o jovial mercurial, ni cualquier combinación distinta, únicamente las que ya hemos mencionado en el orden presentado).

El presente estudio pretende el que a través del conocimiento de cada tipo las relaciones se mejoren, sin embargo, esto no basta.

La verdadera razón pretende el que una vez que te hallas identificado con mayor claridad con uno de los tipos, hagamos el corrimiento respectivo, es decir, buscar y tomar las mejores características del tipo siguiente, con ello estaremos logrando la solaridad que todos tenemos.

Así pues, el tipo Lunar para salir de esa soledad que le caracteriza, debe actuar de la manera que lo hace su tipo siguiente que es el Venusino. Debe tener mayor contacto físico, saludar de mano, beso y abrazo, aprender a no juzgar, a no criticar, a ser positivo, a participar en grupo y a enriquecerse con la gente y no caer en el aislamiento.

Por otro lado, el Venusino en su indecisión, debe acoplar las características del tipo mercurial, altamente decisivo. Aprender de su movilidad, hacer las cosas al momento y no postergar nada. Debe aprender a decir “No”. Independientemente a todo lo anterior, el Venusino siempre debe hacer ejercicio (Claro la recomendación es para todos los tipos, pero en especial para los Venusinos).

Pero el Mercurial sólo encontrará su crecimiento a través de la estructura del tipo Saturnino. Debe incorporar la sangre de atole, es decir, reducir la velocidad, o nunca podrá estructurar, hacer todo como en cámara lenta, deben priorizar y jerarquizar sus objetivos, primero el 1, luego el 2, etc., y no todo al mismo tiempo. No debe vender terror, debe vender soluciones, por cada error buscar una solución y compartirla y siempre ser positivo para equilibrar su parte negativa.

Y el Saturnino para poder concluir su eterno sueño de la perfección debe lograr la capacidad ejecutoria clásica del tipo marcial. Conducirse con fuego en la sangre, con audacia y temeridad como el Marcial; debe buscar romper el perfeccionismo y la mecanicidad, acabar con la arrogancia, empezar a ejecutar la obras y en el camino ir haciendo las correcciones, es dejar el idealismo por el practicismo, ser bueno como paloma y astuto como serpiente.

Y el Marcial es su ímpetu encuentra la armonía con la tranquilidad del tipo jovial. Debe aprender a saludar con los brazos abiertos, buscar el arte del buen vivir, dejar de ser muy amigo con sus amigos y muy enemigo con sus enemigos, el Jovial ama la vida, la disfruta; deben dejar de ser suspicaces, debe aprender a amar en vez de que lo obedezcan, recordando que el Marcial es el que tiene más enemigos ocultos, ya que no lo atacan frontalmente; debe dar afecto físico y dejar de preocuparse por el poder y por el control.

Y por último, el tipo Jovial sale de su eterna fiesta mediante la soledad del tipo Lunar. Necesita direccionar la energía hacia adentro, debe ser menos expresivo, aislarse físicamente, incluso dejar de hablar, de salir y de gastar. Necesita disponer de espacio y tiempo para él mismo y no con los demás. Debe aprender que las emociones son para dentro. Como el Lunar, el Jovial debe aprender de la perseverancia con actitud crítica y autocritica, nunca empezar nada que no vaya a terminar ya que no tiene la fuerza para concretar.

Y los Solares, deben reducir la intensidad, y buscar a su tipo siguiente, realizar ejercicio y meditación.

Como ves, esto que se le llama corrimiento sólo se logra identificando y conociendo no nada más con nuestro tipo de personalidad, sino el del resto para saber cómo se armoniza nuestro ser.

Lo anterior sin olvidar el equilibrio de las esencias, las de tipo físico, emocional o intelectual a través de las recomendaciones realizadas, es decir, mediante el ejercicio, la lectura o aprendizaje intelectual y el uso de las emociones mediante las artes, la relación y la meditación.

Pero esto todavía no acaba, falta, como todas las cosas, el complemento a nuestro ser, y esto es con nuestra pareja, es decir, cada tipo debe terminar de encontrarse, para bien o para mal, con su pareja ideal (Y no queda más que esperar la parte final final)

No hay comentarios:

Publicar un comentario